
Metodología en TFG de Derecho: Cómo Estructurar tu Investigación Jurídica Paso a Paso
Publicada el: 5 de mayo de 2025
La metodología en un Trabajo de Fin de Grado (TFG) en Derecho es un componente esencial que determina la calidad y la coherencia del estudio. A través de una estructura bien definida y un enfoque metodológico adecuado, se garantiza que la investigación sea rigurosa y aporte valor al campo jurídico.
Guía Completa para Desarrollar la Metodología en un TFG de Derecho
¿Qué es la metodología en un TFG de Derecho?
Definición y propósito
La metodología en un Trabajo de Fin de Grado (TFG) en Derecho es el conjunto de procedimientos lógicos y sistemáticos que permiten abordar un problema jurídico. Su objetivo principal es ofrecer un camino claro que guíe la investigación desde su planteamiento hasta las conclusiones finales. Lejos de ser un simple apartado formal, la metodología es la brújula que define cómo se recopila, analiza y presenta la información.
En otras palabras, la metodología actúa como el esqueleto del trabajo. Gracias a ella, el estudiante puede justificar por qué emplea ciertas fuentes, qué criterios sigue para interpretar normas jurídicas y cómo llega a las conclusiones propuestas. Una buena metodología también facilita la evaluación del trabajo por parte de los profesores.
Además, permite al lector replicar la investigación o profundizar en ella, lo cual añade valor académico y científico al TFG. No se trata de un trámite, sino de la columna vertebral del análisis jurídico.
Importancia de una metodología adecuada
Uno de los errores más frecuentes en los TFG de Derecho es dejar la metodología como una sección secundaria, escrita de forma general o poco clara. Sin embargo, una metodología mal planteada puede poner en duda todo el trabajo.
Una metodología adecuada garantiza:
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Coherencia entre el problema, los objetivos y el desarrollo del estudio.
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Justificación de las fuentes y técnicas utilizadas.
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Rigurosidad científica en el tratamiento del tema jurídico.
Además, una metodología bien diseñada permite identificar los límites del estudio, reconocer sus fortalezas y anticipar posibles debilidades. Esto demuestra madurez investigadora y conocimiento del campo.
Componentes fundamentales
La sección metodológica debe responder a preguntas clave como:
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¿Qué tipo de investigación se realizará?
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¿Qué fuentes jurídicas o doctrinales se utilizarán?
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¿Qué técnicas de análisis se emplearán?
Estos elementos son esenciales para garantizar que el trabajo esté alineado con las exigencias del Derecho como disciplina científica.
Estructura Metodología en Derecho
Elección del tema y delimitación del objeto de estudio
El primer paso en la elaboración del TFG es elegir un tema relevante, actual y que esté dentro de las capacidades del estudiante. No basta con que sea interesante: debe ser abordable con los recursos disponibles.
Por ejemplo, estudiar «La responsabilidad penal de las personas jurídicas» es un tema amplio. Una mejor delimitación sería: “El tratamiento de la responsabilidad penal de las personas jurídicas en el Código Penal español tras la reforma de 2015”.
Delimitar el objeto de estudio permite:
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Evitar ambigüedades.
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Enfocar el análisis.
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Establecer parámetros claros para la investigación.
Formulación de la hipótesis o pregunta de investigación
Una investigación jurídica sin hipótesis o pregunta bien definida es como un juicio sin argumentos. Este paso orienta todo el trabajo y ayuda a mantener la coherencia interna.
La hipótesis debe ser:
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Específica: que no se preste a interpretaciones múltiples.
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Verificable: que se pueda probar con datos jurídicos o doctrinales.
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Relevante: que aporte valor académico o práctico.
Ejemplo de pregunta de investigación: ¿Es eficaz el régimen de compliance penal en la prevención de delitos corporativos en España?
Selección de fuentes y técnicas de análisis
Este paso implica decidir de dónde se obtendrá la información y cómo se procesará. En Derecho, las principales fuentes son:
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Normas legales y reglamentarias.
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Jurisprudencia nacional e internacional.
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Doctrina de autores reconocidos.
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Informes de organismos oficiales.
En cuanto a las técnicas de análisis, pueden incluir:
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Interpretación gramatical, sistemática o teleológica de normas.
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Análisis comparado entre sistemas jurídicos.
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Estudio de casos jurisprudenciales.
Estas herramientas deben aplicarse de manera rigurosa para mantener la objetividad y profundidad del estudio.
Enfoques metodológicos en Derecho
Investigación doctrinal
La más común en los TFG de Derecho. Consiste en el análisis teórico del marco jurídico aplicable al tema de estudio. Se basa principalmente en la legislación, la jurisprudencia y la doctrina.
Este enfoque permite:
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Sistematizar el ordenamiento jurídico.
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Interpretar normas en relación con principios generales.
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Evaluar soluciones propuestas por distintos autores.
Es especialmente útil cuando se pretende analizar el estado actual de una figura jurídica, su evolución y sus límites.
Investigación empírica
Aunque menos común, cada vez más TFG incorporan elementos empíricos. Este enfoque utiliza herramientas propias de las ciencias sociales para analizar cómo funciona el Derecho en la práctica.
Algunos métodos empíricos son:
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Encuestas a profesionales del Derecho.
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Entrevistas a jueces o fiscales.
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Observación directa de procedimientos judiciales.
La investigación empírica es útil para detectar disfuncionalidades o contrastar la teoría jurídica con la realidad.
Enfoque mixto
Es la combinación de los dos anteriores. Permite realizar un análisis más completo del fenómeno jurídico, primero desde una perspectiva normativa y luego desde su aplicación real.
Por ejemplo, se puede estudiar el marco normativo del derecho al olvido y contrastarlo con casos reales resueltos por tribunales españoles o europeos.
Pasos para desarrollar la metodología en un TFG de Derecho
A continuación, detallo un listado de pasos que recomiendo seguir de manera ordenada:
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Definir el problema jurídico: Elegir un tema concreto y actual, con una problemática clara.
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Delimitar el objeto de estudio: Ajustar el alcance para evitar dispersión.
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Establecer una hipótesis o pregunta de investigación: Que sea coherente y factible.
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Seleccionar el tipo de investigación: Doctrinal, empírica o mixta.
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Elegir las fuentes: Normas, jurisprudencia, doctrina, estadísticas, etc.
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Determinar las técnicas de análisis: Jurídico-dogmático, análisis comparado, estudio de caso, etc.
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Justificar las decisiones metodológicas: Explicar por qué se eligió cada enfoque o fuente.
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Aplicar la metodología en el desarrollo del trabajo: De forma coherente y visible.
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Analizar los resultados: Relacionándolos con la hipótesis.
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Elaborar conclusiones basadas en la metodología aplicada: Respondiendo a la pregunta de investigación.
Consejos prácticos para redactar la sección metodológica
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Sé específico: Evita frases vagas como “se utilizarán fuentes legales”. Mejor: “Se analizarán los artículos 31 bis y siguientes del Código Penal español, a la luz de la jurisprudencia del Tribunal Supremo”.
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Justifica tus decisiones: Explica por qué eliges un método y no otro.
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Sé honesto sobre las limitaciones: Toda investigación tiene límites. Reconocerlos da mayor credibilidad al trabajo.
Conclusión
La elaboración de un TFG en Derecho exige compromiso, análisis crítico y una comprensión profunda del objeto jurídico que se aborda. La metodología no es un apartado más: es el eje que articula toda la investigación. Dominar esta sección implica saber qué hacer, cómo hacerlo y por qué hacerlo.
Un TFG con una metodología clara y coherente demuestra madurez académica, rigor jurídico y capacidad investigadora. Por eso, si estás en el proceso de redacción de tu trabajo, dedica el tiempo necesario a este apartado. No lo veas como un requisito aislado, sino como una herramienta para que tu investigación brille con luz propia.
Con esta guía, tienes los elementos clave para construir una metodología sólida, alineada con las exigencias académicas y profesionales del Derecho. Si aplicas estos principios, no solo obtendrás una buena nota, sino que estarás un paso más cerca de convertirte en un jurista competente y confiable.